Aunque el conejito de pascua tiene orígenes anglosajones como símbolo de la fertilidad, su leyenda comienza con la introducción del cristianismo. No sería hasta el siglo XIX cuando se epezarían a fabricar y vender figuras de huevos y conejitos en las pastelerías del norte de Europa.
En éste curso aprenderás a hacer unos divertidos conejitos reciclando hueveras de cartón. ¡Es muy fácil!
Para hacer los conejitos necesitarás:
Huevera de cartón.
Pinturas acrílicas o témperas.
Pinceles.
Tarro con agua y trapo (para limpiar y secar el pincel).
Pegamento tipo cola o pistola de silicona.
Cartulinas (rosa y blanca).
Tijeras.
Lápiz o marcador borrable.
Primero, recorta cada hueco de la huevera, con cuidado, dejando espacio suficiente para después poder seguir dando forma.
Ahora, termina de dar forma, recortando las puntas.
Una vez termines, ¡Ya puedes pintar! En éste caso he utilizado pintura blanca. Ten en cuenta que para cada conejito vas a necesitar dos partes.
Pinta toda la parte exterior y deja secar.
Una vez seco, ya puedes pintar los detalles. Coge una de las dos partes pintadas, y con la pintura negra, pinta los ojitos y con la rosa, el hocico. Más tarde puedes bordearlo de negro para que quede más definido.
Cuando hayas terminado de pintar los detalles, coge la cartulina blanca y dibuja el contorno de la parte exterior de las orejitas. Haz lo mismo en la cartulina rosa, pero dibujando la parte interior.
Después, recorta ambas parte y pega la rosa sobre la blanca. Ahora, pon una gotita de pegamento en uno de los extremos y pégala en la parte trasera de la cabecita, tal como muestra la imagen.
Ahora sólo tienes que pegar las dos partes decoradas y ¡listo! Puedes combinar tantos colores como quieras.
