Todavía recuerdo aquellas noches de verano en nuestra casa del Vallès Oriental, junto a mi mejor amigo. Nos pasábamos horas en el jardín mirando las estrellas, con unos prismáticos que me había regalado mi padre y mis libros de astronomía. ¡Incluso nos pusimos a hacer una revista sobre el espacio!
A día de hoy me sigue fascinando todo lo que tiene que ver con ello, aunque la verdad es que hace tiempo que perdí la esperanza de convertirme en astronauta 😂😂😂.
Hace unas semanas, cotilleando por internet, encontré una forma de poder recordar aquel verano de una forma muy original: teniendo una galaxia en casa.
Sorprendentemente, es muy fácil de hacer para el efecto que provoca el resultado, y se puede hacer en cualquier tipo de recipiente que tenga cierre. Yo aproveché unos botecitos de champú que teníamos en casa de un hotel al que fuimos de vacaciones.
Para crear tu galaxia en tarro, necesitarás:
Tarro con cierre.
Agua.
Colorantes (rojo y azul).
Purpurina fina.
Pegamento extrafuerte.
Algodón.
Palito o varilla fina para remover.
¿Lo tienes todo? ¡Genial!
Con el tarro bien limpio, vierte unas gotas de colorante azul y después un poquito de agua.
Ahora, coge un trocito de algodón e introdúcelo con cuidado, ayudándote del palito. Presiona un poco hasta que haya absorbido bien el líquido azul.
Cuando no quede líquido sin absorber, añade unas gotas de colorante rojo. Presiona y remueve un poquito, intentando que se entremezcle la mitad. Después, añade un poco de purpurina.
Vuelve a repetir lo mismo pero con el colorante azul, y ves alternando los dos colores, entremezclándolos, hasta llenar el tarro. Una vez llegues al tope, sólo tienes que poner pegamento extrafuerte en toda la zona de la rosca o el cierre y tapar rápido. Intenta llenarlo hasta arriba para que el efecto sea mejor.